martes, 27 de noviembre de 2012

Reinventar la comunicación

La comida no será una mercancía ni la comunicación un negocio,
porque  la comida y la comunicación son derechos humanos.
“El derecho al delirio” de Eduardo Galeano.

Hace poco leí la siguiente frase de Federico Mayor Zaragoza: “la gran tarea ética de las generaciones presentes es escribir el mañana con otros trazos, con otros signos, en otro lenguaje”. Una reflexión que me llevó a pensar en la necesidad de reinventar las reglas del juego para que estas sean más equitativas, más participativas y más justas.  Un tablero en el que cada ficha no competimos, si no compartimos en el empeño de llegar a una meta que garantice nuestro presente sin hipotecar el futuro de las siguientes generaciones.


De alguna forma entiendo que “para escribir el mañana” en términos comunicativos hay que ir al  origen epistemológico de la palabra ‘comunicar’ (del latín comunicare/ poner en común). Ya que ‘poner en común’ implica la alteridad, la necesidad que exista otra persona. Es decir,  estar convencidos que unos y otros, son los mismos. Que necesitamos cambiar nuestra formas de relacionarnos para además de hablar, escuchar. Porque escuchando nos empoderamos. Y empoderándonos nos comprendemos. Y comprendiendo nos comprometemos en el logro de objetivos comunes.

Por tanto, en este empeño, juega un papel esencial la comunicación. Recordemos que el acceso a la comunicación es un derecho. Y por tanto tenemos que lograr que éste se cumpla con las mejores garantías y atendiendo a nuevas reglas que facilitan la participación y la implicación activa de actores, ciudadanía etc.
Volviendo a Zaragoza. Él insiste en una idea clave: el ser ciudadano implica tener conocimiento de la realidad.  Y eso pasa por utilizar los actuales métodos de comunicación que hacen que estemos viviendo momentos de cambio radical.

La experta en comunicación para el desarrollo Raquel Martínez- Gómez sostiene que es el momento de aprovechar los medios a nuestro alcance “empezando por la voz, pero también los avances tecnológicos y las redes sociales para lograr un viejo objetivo: mejorar el conocimiento que la ciudadanía tiene de las tendencias mundiales que generan pobreza, y generar actitudes favorables que modifiquen comportamiento”.
En definitiva ver en la comunicación en mayúsculas un medio para generar procesos reales de transformación social que impliquen la corresponsabilidad de todos y todas.

Óscar Toro

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